Presentación del informe
Las personas en situación de dependencia constituyen un colectivo especialmente vulnerable. Esta vulnerabilidad dificulta el ejercicio real de sus derechos. Por ello, es imprescindible que las medidas protectoras específicas impulsadas por las administraciones públicas tengan un efecto favorable en el ejercicio de tales derechos, en el respeto a la dignidad de estas personas y en su calidad de vida.
La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (LAAD) puede ser una excelente oportunidad para garantizar un nivel de protección social adecuado a estas personas y contribuir a la consecución de esos objetivos. El desarrollo normativo de la ley y la implantación impulsada por cada comunidad autónoma está resultando fundamental en el logro de tales fines.
Desde la entrada en vigor de esta ley, hemos ido analizando los pasos dados por nuestras administraciones –especialmente las forales, por su evidente protagonismo en el proceso–, y recibiendo una serie de quejas que nos permiten conocer los principales obstáculos que deben ser superados. Con motivo de la tramitación de esas quejas y de la elaboración de este informe, hemos ido trasladando a las administraciones nuestras sugerencias de mejora que, en buena medida, han sido favorablemente acogidas. Sin embargo, todavía quedan escollos que franquear. Por ello, esperamos que las recomendaciones que incluimos en este estudio sean adecuadamente atendidas.
Hemos tenido la oportunidad de contactar con las asociaciones y entidades sociales de representación y apoyo a los colectivos afectados por la nueva normativa y advertir, una vez más, la encomiable labor que realizan. Nuestro contacto con personas en situación de dependencia y personas cuidadoras nos ha dado una buena lección sobre coraje, espíritu de superación, entrega y solidaridad, que desearíamos trasladar a toda la ciudadanía vasca.
Con la elaboración de este informe, hemos pretendido crear una herramienta que nos permita conocer el verdadero impacto de la LAAD en nuestra comunidad, relacionarnos con los distintos agentes implicados, tener una relación fluida con las administraciones para hacerles llegar nuestras impresiones y propuestas, y, en definitiva, que todo ello revierta en la mejora de la situación de las personas dependientes, y las de su entorno social y familiar.
Deseo agradecer sinceramente su ayuda a quienes han hecho posible la publicación de este estudio; especialmente a las personas dependientes, sus cuidadoras y al equipo humano de las asociaciones y entidades sociales de apoyo a aquéllas, por su inestimable colaboración; igualmente a las y los responsables de las tres diputaciones forales, EUDEL (Asociación de Municipios Vascos) y el Gobierno Vasco (Departamento de Empleo y Asuntos sociales del Gobierno Vasco y Osakidetza-Servicio Vasco de Salud) que amablemente, y con no poco esfuerzo por su parte, nos han ofrecido la información requerida.
Quisiera remarcar el tremendo impacto que el fenómeno de la dependencia tiene en las mujeres, como hemos podido evidenciar, y la necesidad de tener esto en cuenta al trazar las políticas públicas de promoción de la autonomía y atención a la situación de dependencia.
Conscientes, como somos, de que los recortes derivados de la crisis están afectando a las políticas sociales, hemos de reconocer que, en ocasiones, el problema de la financiación no deriva tanto del volumen total de recursos como de los criterios de distribución que se establezcan y que en definitiva, la promoción de la autonomía personal y la protección de las personas en situación de dependencia ha de ser la prioridad de las administraciones públicas vascas. Deseo sinceramente que el presente trabajo, realizado íntegramente con recursos propios de la institución, pueda resultar un instrumento eficaz para la consecución de tal fin.
Iñigo Lamarca Iturbe
ARARTEKO
Marzo de 2011